A comienzos de año, son muchas las personas que se proponen entrenar para mejorar sus hábitos de salud. Sin embargo, son menos las que continúan, no solo por la falta de motivación o de objetivos claros, sino también porque el ejercicio es una carrera de fondo. Es decir, que los resultados no se ven de manera inmediata. Pero además de tener paciencia y constancia, hay algo más que podemos hacer, y es realizar ejercicios de entrenamiento que sean eficaces. En este artículo, te contamos cuáles son los imprescindibles que no pueden faltar en tus rutinas.
¿Por qué debemos ser constantes con los entrenamientos?
La constancia siempre es un reto para el ser humano. Pero igual que nadie esperaría aprenderse de memoria un libro en un mes, tampoco nuestro cuerpo puede transformarse en tan poco tiempo. La diferencia está en que, si no tenemos el hábito de entrenar, el esfuerzo físico parece que se vuelve más duro. Y es que aunque se trate de algo que hacemos con nuestro cuerpo, la fuerza mental tiene un peso mucho mayor.
Tan solo se trata de tener un poco de paciencia y de seguir insistiendo. Cuando realizamos ejercicios de forma regular, nuestro cuerpo se adapta y experimenta mejoras progresivas. Si bien el objetivo principal suele ser físico o estético, lo que realmente importa son las ventajas sobre la salud, como la mejora de la salud cardiovascular, el fortalecimiento de los músculos y los huesos o los cambios positivos en el estado de ánimo. Por si no lo sabías, entrenar hace que segreguemos hormonas que nos hacen sentir bien. ¡Hay muchas razones y positivas por las que es importante ser constantes!
Pero dado que a cualquier persona le ayuda con la motivación el empezar a ver resultados, a continuación te dejamos algunos ejercicios de entrenamiento que son realmente eficaces. Inclúyelos cada semana en tus rutinas y poco a poco irás notando la diferencia.
Ejercicios de entrenamiento efectivos para tu día a día
Existen una infinidad de ejercicios de entrenamiento. Si ya has entrenado alguna vez, es probable que conozcas a muchos de ellos. Pero como suele suceder en cualquier ámbito, hay algunos que funcionan mejor que otros. La razón está en las fibras que tocan o a la combinación de grupos musculares que trabajan de manera simultánea. En cualquier caso, lo que realmente importa es la ejecución y la constancia.
¡Aquí van esos ejercicios de entrenamiento! Y recuerda que si quieres más rutinas para entrenar, en Olimfit tenemos un montón a tu disposición.
Sentadillas profundas
Las sentadillas deberían estar presentes en cualquier tipo de entrenamiento, porque son tan odiadas como eficaces. Trabajan múltiples grupos musculares, como el cuádriceps, los glúteos e incluso el core. Para realizarlas correctamente, debes colocarte de pie con los pies separados a la altura de los hombros. Baja despacio doblando las rodillas y mantén la espalda recta. Debes imaginar que te vas a sentar en una silla, para que la cadera vaya hacia detrás, en lugar de llevar el peso hacia las rodillas.
Flexiones de pecho
Las flexiones son un ejercicio clásico, pero también efectivo para fortalecer los músculos del pecho, hombros y tríceps. Para evitar lesiones, mantén el cuerpo recto, baja el pecho hacia el suelo doblando los codos y luego regresa a la posición inicial. Puedes modificar la dificultad ajustando la amplitud de las manos.
Plancha abdominal
La plancha abdominal se ha puesto de moda en los últimos años, como alternativa a los abdominales tradicionales que solían terminar en lesiones de cuello. Para realizarlas, apóyate en los antebrazos o las manos, y en los dedos de los pies. Mantén el cuerpo en línea recta y contrae los abdominales.
Burpees
Los burpees son un ejercicio completo que trabaja todo el cuerpo. Si hay que elegir uno entre todos los ejercicios de entrenamiento, nos quedaríamos con este, ya que combina resistencia cardiovascular, fuerza y explosividad. Comienza de pie, haz una sentadilla, coloca las manos en el suelo, estira las piernas hacia atrás dando un salto, realiza una flexión de pecho, vuelve a la posición de plancha y salta de nuevo a la sentadilla.
Zancadas
Las zancadas son excelentes para trabajar piernas y glúteos, pero también mejoran la estabilidad y el equilibrio. Da un paso hacia adelante, baja la pierna posterior flexionada hacia el suelo y asegúrate de que la rodilla delantera se mantiene aproximadamente en un ángulo de 90 grados. Alterna las piernas para trabajar ambos lados de manera equitativa, así evitarás descompensaciones entre cada pierna.
Y si te cuesta entrenar por tu cuenta, recuerda que no tienes que hacer, ya que en Olimfit tenemos a una comunidad esperándote. ¡Date de alta con nosotros!