Dicen que en la variedad está el gusto, y quizás sea por eso que hoy en día podemos encontrar multitud de formas de entrenar. Uno de estos estilos es el entrenamiento funcional. Descubre qué es y sus beneficios.
¿Qué es el entrenamiento funcional?
Cada persona tiene sus propios gustos y preferencias, así como una constitución determinada que le puede llevar a conseguir mejores resultados con un tipo de entrenamiento que con otro. La parte de experimentación te la dejamos para ti, pero hoy queremos presentarte una de las opciones de las que dispones y que se ha puesto muy de moda en los últimos años.
El entrenamiento funcional se basa en realizar ejercicios que imitan o mejoran las acciones y movimientos que realizamos en nuestra vida diaria o en un deporte en particular. A diferencia de los entrenamientos convencionales que pueden aislar músculos individuales, en esta modalidad, se busca agrupar.
Por eso, los movimientos que se realizan son multiarticulares y multidimensionales. Es decir, que involucran múltiples grupos musculares y sistemas del cuerpo. Con ello no solo se consigue mejorar la fuerza y la resistencia, sino también otras habilidades como la estabilidad, la coordinación y la flexibilidad.
¿Cómo es una sesión de entrenamiento funcional?
Una sesión típica de entrenamiento funcional comienza con un calentamiento inicial para preparar al cuerpo para el ejercicio. Este suele ser dinámico; esto es, que incluye ejercicios en movimiento que proporcionan flexibilidad activa a las articulaciones, los tejidos conectivos y los músculos. Por ejemplo, contracciones concéntricas, isométricas y excéntricas.
Una vez completado, se pasa al entrenamiento en sí, con ejercicios que pueden incluir movimientos como empujar, tirar, levantar, agacharse, rotar y estabilizar. En cuanto al material para realizarlos, se suelen incluir pesas libres, bandas de resistencia, TRX o balones medicinales, entre otras. Todas ellas son herramientas que desafían la estabilidad y la coordinación.
Después de los ejercicios, se pasa a la parte del enfriamiento y los estiramientos. Además de bajar las pulsaciones y recuperar el ritmo respiratorio normal, se trabaja la flexibilidad para reducir el riesgo de lesiones.
Beneficios de este tipo de entrenamiento
El entrenamiento funcional tiene diferentes beneficios, como sucede con el resto de estilo que hay hoy en día. De lo que se trata es de que busques aquella actividad física con la que te sientas a gusto, te entretenga y con la que puedas mantener la motivación. En cualquier caso, recuerda que no solo deben ceñirse a una modalidad, sino que puedes cambiar tus sesiones cada día o semanalmente. ¡Tú eliges cómo ponerte en forma!
Mejora de la fuerza funcional
Este tipo de entrenamiento te ayuda a desarrollar una fuerza que es aplicable a actividades cotidianas. Por ejemplo, levantar objetos pesados del suelo, empujarlos o subir escaleras. Al trabajar con movimientos complejos, se fortalecen los músculos estabilizadores y se mejora la coordinación entre grupos musculares. Además, aprenderás a moverte manteniendo una postura correcta y reducir el riesgo de una lesión.
Mejora de la estabilidad y el equilibrio
Los ejercicios de entrenamiento funcional suelen implicar movimientos que ponen a prueba tu estabilidad y tu equilibrio, dado que se suelen emplear superficies inestables. Por ejemplo, son populares herramientas como el bosu o la pelota fitball. Con ellas, se activan los músculos estabilizadores y se mejora la propiocepción. Ambos están relacionados con la estabilidad; importante en el día a día y en el deporte.
Prevención de lesiones
El fortalecimiento de los músculos estabilizadores y la mejora de la estabilidad articular que se consiguen con el entrenamiento funcional previene lesiones tanto en el ámbito deportivo como en la vida cotidiana. La reducción del riesgo de sufrirlas por cargas excesivas o movimientos inadecuados se debe a la mejora de la alineación corporal y a la corrección de posibles desequilibrios musculares
Aumento de la flexibilidad y la movilidad
Los movimientos multidireccionales y multiarticulares del entrenamiento funcional ayudan a mejorar la flexibilidad y la amplitud de movimiento en las articulaciones. Tanto los estiramientos dinámicos como los ejercicios que trabajan en rangos completos de movimiento, promueven la elasticidad muscular y previenen la rigidez.
Mejora del rendimiento deportivo
Multitud de atletas profesionales y aficionados incorporan el entrenamiento funcional a su rutina, ya que contribuye a mejorar el rendimiento en el deporte que practican habitualmente. El desarrollo de la fuerza, la estabilidad, el equilibrio y la movilidad de una forma integrada y funcional permite mejorar la capacidad para realizar movimientos específicos de cada deporte con mayor eficacia.
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